04 marzo, 2017

CHESTERBELLOC

Chesterbelloc llamaba Bernard Shaw la sintonía que existía entre los discursos de Gilbert K. Chesterton e Hilaire Belloc, que tan gran papel jugó en la conversión del primero al catolicismo. Ambos fueron grandes amigos de por vida y Belloc murió muchos años después. Aunque a éste le dedicaron montones de alabanzas tras su muerte, no se tomaba muy en serio los homenajes póstumos, como se refleja en el ensayo que escribió sobre el lugar de Chesterton en la literatura inglesa: “A juicio de un hombre más que de un escritor, la virtud es incomparablemente más importante que el talento y atractivo lierario, porque estos no sirven de nada para la salvación del alma ni para los que deberían ser nuestros constantes compañeros en el cielo: la Gran Compañía. Él forma parte de esa Gran Compañía, así que resulta nimia e incluso indiferente la cuestión delgrado en que pertenecerá también a la compañía terrena y temporal de los famosos desde el punto de vista local y temporal”.