22 enero, 2015

Fin de la semblanza de Edith Stein

Aunque Edith tuvo deseo de entrar en el Carmelo, no lo hizo, sacerdotes amiogos le recomendaron que dadas sus dotes intelectuales sirviera a la Iglesia en el mundo. Por otro lado, quería respetar a su madre que nunca comprendió su conversión por lo que tampoco podía volver al ambiente familiar. Así los años siguientes dio clase en un convento de dominícas en Speyer. Cambió allí más a fondo sus posturas filosóficas. Tradujo los diarios y klas cartas de Newman, Leyó a Santo Tomás de Aquino: “Aprendí de Santo Tomás que se puede hacer un oficio en medio del mundo”. En 1932 Edith fue llamada al Instituto Alemán de Pedagogía Cientifíca, en Munster. Fue el periodo previo a que Hitler llegase a ser Canciller del “Tercer Reich”. Entonces comenzaron los disturbios serios en todo el país. Edith que conocía los temas políticos preveía los peligros futuros para su pueblo y trato de intervenir activamente. Se esforzó, en concreto, por conseguir una aprobación oficial de los derechos de los judíos por parte del Papa. Algunosa meses más tarde, su enseñanza en Munster terminó: como su ascendencia judía era publicamente conocida, se le prohibió Tajantemente quedarse en el Instuituto Alemán. Algunos amigos le ofrecieron un puesto en un colegio alemán de América del Sur, pero éste no era el camino de Edith. No quería huir; prefería quedarse con su pueblo, c omo María al pie dee la Cruz. Lejos de desanimarse, vióPor fin est entonces el momento oportuno para entrar en el Carmelo como había deseado tantos años atrás. El 15 de octubre de 1933 fue recibida en el Carmelo de Colonia. Advirtió en una carta: “ Por fin estoy en el sitio que me corresponde plenamente.”. Había llegado a su casa y solo sentía agradecimiento por ello. Eligió el nombre de Tereia Benedicta a Cruce, y lo exsplicó con senciññez en una carta: “Cuando elegí el nombre “a Cruce”,lo hice por el destino de mi pueblo, ya que por entonces se podía preveer que iba a sufrir mucho. Pensé que quienes entendíamos que los acontecimientos políticos significaban para nosotros laCruz de Cristo, tendríamos que llevar esta cruz en nombre de todos”. (…) en 1938 se destruyeron todas las Sinagogas de Alemania. El convento de Coloinia vcorría un serio peligro. Un médico amigo la llevó al carmelo de Etch, en Holanda. Muchos familiares de Edith huteron a Estados Unidos, a Colombia, a Noruega. Su hermana Rosa que se había convertido también a la fe católica se refugió – con muchas dificultades – igualmente en el carmelo de Echt, y se hizo lega. Pero en mayo de 1940, también Holanda fue ocupada por las tropas alemanas. Edith permaneció tranquila. Escribió su último libro “La ciencia dee la cruz” (incompleto) , básandose en las obras dee San Juan de la Cruz. Como su gran maestro español, también en ellala ciewcia de la cruz no fue mera teoría. El 2 de agosto de 1942 los nacionalsocialistas llegaron al convento de Echt y buscaron a las dos hermanas. Fue llavada con Rosa a un campo de concentración de Westbork, luego a Austwitz . Se supone que el 9 de agosto de 1942, por decisión de los nazis , Edith muriío en la cámara de gas, junto con Rosa y los otros compañeros. El 1 de mayo de 1987, el papa Juan Pablo II beatificó a la filósofa y carmelita como mártir de la Iglesia católica. Cuanto llevo escrito sobre Edith Stein esta copiado del prólógo de “La mujer” de Edith Stein (“Palabra”, 2001) escrito por Yutta Burggraf (Universidad de Navarra). De la que leí “Teología Fundamental” que es magnífico.

18 enero, 2015

Seguimos con Edith

Más tarde Edith tuvo otra experiencia orientadora: su amigo Reinach y le encargaron ordenar si herencia filosófica. Para ello tenía que vistar a su víuda que era católica porque ella siendo atea no sabía como consolarla. Sin embargo en lugar de encontrarse con una mujer triste y desesperada. Se encontró con una mujer llena de paz dispuesta a aceptar su dolor como voluntad dee Dios. La joven viuda dejó muy pensatiuva a Edith cuando le explicóQue sacaba fuerzas de la fe en Jesucristo crucificado que resucitó. “En ese mometo semtí que mi incredulidad se hundía, y yo vislumbré por primera v ez la fuerza de la Cruz”. Empezó a leer con mucha atención el Nuevo Testamento zaunque todavía no tenía fe. En 1918 se separó de Husserl porque su filosdofía le pareció estrecha – a pesar de su método genial - como un callejón sin salida que no le llevaba a la verdad tan desada. En 1920, pasa por una profunda crisis interior. Le pregunta a un judío conocido por una imagemn de Dios y le dá una respuestabreve: “Dios es espíritu: Más no se puede decir.”. La apasionada filósofa se sintió decepcionada: “Me sentía como si me hubieran dado una piedra en vez de pan para comer”. Tampoco le bastaron las ideas explicaciones del filósofo danés Kierkegaard, cuyas ideas sobre el cristianismo había estudiado con interés. El acontecimiento decisivo para la conversión de Edith tuvo lugar durante unas vacaciones en el pequeño pueblo deBergzabern. Se encontraba en casa de su amiga Hedwig Conrad – Martius. Una tarde que estaba sola, buscó un libro para entretenerse y sacó la autobiografía dee Santa Teresa de Jesús. La leyó con verdadero entusiasmo durante toda la noche y al final pensó: “Esta es la verdad”. Había encontrado al Dios vivo y personal, bueno y misericordioso, que invita a todos los hombres a una vida de amor.En seguida se compró un catecismo católico, lo estudió por su cuenta y después de terminar esta tarea, entró en una Iglesia, participó de la Santa Misa y piudió al sacerdote ser bautizada. Algunos meses más tarde, el 1 de enero de 1922, fue recibida en la Iglesia católica. “Mis ansias por conocer la verdad eranuna única oración”, confesó reflexionando sobre los años anteriores al bautismo, en los que buscaba el sentido de su vida con tanto afán y dolor. Desde ese momento Edith tuvo el deseo de entrar en la Orden de Santa Teresa.

12 enero, 2015

Semblanza biográfica de Edith Stein (II)

En 1913 se traslada a Gottingen donde enseña Edmund Husserl (1859-1938) edl famoso fundador de la fenomeniología, que iba a ser su maestro por algún tiempo. Entre sus discípulos se encontraban también Max Scheler, Adolf Reinach y otros. En este círculo aprendió a estudiar filoofía Sin prejuicios de ninguna clase. Quedó impresionada por la objetividad de la fenomenología como por el rigor de su método científico que hizo posible que no pocosdiscípulos de Husserl llegaran a abrazar la religión católica. Entre ellos se encontró también Max Scheler. Pata Edith fue el primer contacto con el cristianismo, hasta entonces completamente desconocido. Hizo la licenciatura en 1915. La Primera Guerra mundialestaba en pleno desarrollo. Intererumpe su carrera universitaria – según los altos ideales de la familia - para ayudar como voluntaria donde ingresaban enfermos de tifus y soldados con heridas graves. “Cuando acabe la guerra y yo siga viviendo, entonces podré pensar de nuevo en mis estudios privados” explicará más tarde. Ayudó día y noche con tanto desinterés, arrojo y cariño que consiguió cambiar poco a poco el ambiente degradante que la rodeaba. Ella a su vez se wquedó muy conmovida cuando encontró un papelito con una oración en la agenda de un sodado recién fallecido. Después que se cerrara aquel hospital, Edith siguió a Husserl a la Universidad deFreiburg, e hizo el doctorado en 1916 sobre “ El problema dee la intuición” Trabajó como ayudante de aquel gran filósofo, cosa muy extraordinaria para una mujer de entonces. Durante esta época ocurrieron algunos sucesos que le acercaron a la fe católica. Una vez paseando con la hermana del filósofo Reinach por el casco viejo de Franckfurt y entraron unos momentos a la catedral, y mientras admiraban en silencio la belleza de la arquitectura, entró una mujer sencilla con su cesta de mercado, se arrodilló y rezó una breve oración. “Esto me sorprendió mucho, cofesó Edith más tarde, a las Sinagoga solo íbamos para celebrar las fiestas y el cuto oficial. Pero allí ví a una mujer que había interrumpido sus negocios para hablar confidencialmente con su Dios, Esto nunca lo pude olvidar.”

11 enero, 2015

Semblanza biográfica de Edith Stein

Edith Stein n ació el 12 de octubre de 1891 en Breslau (enton ces Alemania, hoy la ciudad polaca de Wroclaw). Era la menor de los 11 hijos de una familia judía. Antes de nacer ella habían muerto cuatro de sus hermanos y su padre maderero de profesión, cuando ella trenía dos años. Entonces su madre Auguste sacó a flote la tienda familiar. Era una mujer decidida, judía fiel, que influía con energía en la educación de sus hijos. sus hijos. A los seis años fue matrioculada en un colegio de su ciudad. Como era una alumna excelente, los parientes le reprochaban ser ambiuciosa y la llamaban “la niña inteligente”. “Esto me dolía mucho”, confiesa más tarde, “ porque sabía ya desde pequeña que es más importante ser buena que ser inteligente”. A pesar de la fuerte personalidad de su madre “la hija pequeña”empezó pronto a recorrer su propio camino. A los 14 años - contra la voluntad de todos sus profesores – dijo que no quería estudiar más y se dio de baja en el Colegio. Se fue a vivir con su hermana Elsa, casada con un médico, que vivía en una ciudad al norte de Alemania, A partir de ese momento se retiró cada vez más del Dios de la Antigua Alianza que le había ensewñado su madre. Decidió con “mucha conciencia y libertad” no rezar ya más. A la vez estaba convencida de haber nacido para hacer algo muy grande. Vuelve a Breslau y al colegio. Simpatiza con los movimientos que luchaban por los derechos legítimos de la mujer: una formación profesional adecuada,igualdad política y social, un trabajo realizado en condiciones humanas. Sus inquietudes con respecto a estos temas se revelan en un pequeño poema que fue pùblicado por sus compañeras en el periódico del colegio cuando Edith hizo el bachllera. en 1911 En un tiempo en que las mujeres no tenían derecho al voto (sufragio) se caracterizó a la joven bachiller de esta manera: “Igualdad para la mujer y para el varón / así clama la sufragista. / Ciertamente la veremos algún día en el ministerio.” Después del bachllerato, Edith zse consideró atea durante diez años. Comenzó entonces para ella la gran búsqueda de la verdad qu( la mete del voto se consiguió en 1918e quería lograr con las solas fuerzas de la razón. Todavía no comprendía lo que muchos años más tarde iba a afirmar: “Quien busca la verdad, busca a Dios, sea cosciente o incoscientemente”. Se queda en Breslau siendo una de las primeras universitarias de Alemania. Estudió Germánicas, Historia y también Psicología. Ésta le decepcionó “ciencia sin alma” y se apartó de ella. Se hizo miembro de la “Asociación preusiana para el sufragio de las mujeres” ( la meta del voto se consiguió en 1918). “Siendo alumna y universitaria joven, fui una feminista radical”, dice de ella misma. Cuenta en sus memorias que discutía fuertemente con su hermana Erna y sus dos mejores amigas sobre la tarea y misión de la mujer. Mientras las tres estanban diuspuestas a dejar la profesión a favor de una familia futrura, ella declaraba que no haría nunca semejante cosa. Pero añade con buen humor que, años más tarde, cuando Erna y sus amigas estaban casadas, las tres trabajaban también fuera de casa; ella en cambio, que siguió la vocación religiosa, contrajo un compromiso de amor al que sacrificó su profesión con alegría. Pero hasta entonces faltaba todavía mucho camino por recorrer. .

06 enero, 2015

Noche de Reyes 2015

Aunque debería estar en la cama, bien dormida, por si vienen los Reyes Magos, aquí estoy por si alguien pregunta por mí. Llevo demasiado tiempo, con mala conciencia, sin escribir aunque me habría gustado hacerlo. Durante todo este tiempo, me dicho repetidamente: “¡A ver si los Reyes me dejan de regalo que vuelva a escribir otra vez¡. Que abra humilde y esperanzada el ordenador…” Bueno, pues lo han hecho. Así que según vayan viniendo los pensamientos, iré contando. Me ilusiona el 2015, y agradezco de corazón la oportunidad de seguir luchando por hacer de mi vida algo valioso. Por poder seguir viviendo, cogida de la mano de la Virgen, con cuya ayuda, todos los años la pido porque el asunto me desborada, he puesto un belén preciso en el que Natalia ha puesto las luces del Portal. Y lo cuento porque liturgicamente, aún estamos en tiempo de Navidad, así que un poco de paciencia para quienes quisieran que la festividad de los Reyes Magos estuviera más unida a Nochebuena. Menos mal que la Iglesia hace que no perdamos del todo el sentido común, porque la Navidad tiene que tener su eco. Sin agobios ni prisas. Para que nos vaya calando el asombroso y mayor acontecimiento de la historia; cuya alegría, “pacifíca y progresiva”, como decía mi amigo Vicente en su felicitación, nos dure hasta la Navidad próxima si tenemos la suerte de verla. El año pasado, mi nieto Álvaro que tiene seis años, me enseñó una oración de su Colegio de “El Pilar” que procurom menudear cuando me veo flojucha. Es ésta: “ Duce Madre no te alejes / tu vista de mi no apartes / ven conmigo a todas partes / y munca sola me dejes..”. La oración sigue pero decir solo esto, a mi me funciona El Beato álvaro del Portillo, que también se educó en el “El Pilar”, la decía a diario. A él le tengo encomendado a mi nieto Álvaro que celebrará su santo como él, el próximo 19 de Febrero. Seguiremos hablando, Dios mediante.